lunes, 25 de febrero de 2013

TREKKING POR SIERRA NEVADA



El pasado 10 de Febrero fuimos al Parque Nacional de Sierra Nevada para disfrutar de una de las rutas más emblemáticas de la Sierra: la vereda de la estrella. El acceso a la ruta se hace por el pueblo de Güejar Sierra, al cual se llega siguiendo la carretera de Sierra Nevada (A-395), y tomando el desvío hacia la GR-420. Una vez en el pueblo, hay que seguir la carretera hasta llegar a una venta que hay al final del camino, en el barranco de san Juan (1180 m). Se puede aparcar en el parking que hay a la derecha justo antes de llegar a la venta. La ruta comienza con una subidita que te calienta rápidamente, y continúa con una pendiente más suave, siempre con el río Genil a tu izquierda. 


Esta época es muy bonita porque hay mucha agua, cascadas, y se ve mucha nieve. La compleja orografía del macizo, unido a su amplio rango de precipitaciones, da como resultado la aparición de ambientes muy diversos con especies y tipos de vegetación característicos. La ruta a esta altitud pasa por bosquetes de lentiscos, coscojas, encinas, robles y castaños. Nosotros tomamos el desvío hacia Peña Partida, que baja hasta el río, lo cruza por el puente del burro y sube por la empinada cuesta de los presidiarios, que salva unos 400 metros de desnivel.





Al llegar al final de la cuesta empieza una segunda parte de la ruta en la cual vas encarando los tresmiles por un bonito sendero que atraviesa encinas y pinos. Al poco se llega al refugio popularmente conocido como de la cucaracha, situado en un llano con unas vistas espectaculares. El camino continúa, pasando por una de las minas que abundan en esta zona del Parque, y llega al refugio del Aceral (1810 m), donde nos paramos a pasar la noche. Las vistas desde el refugio son también impresionantes, con el Mulhacén y el Alcazaba mirándote fijamente.











El día siguiente amaneció con una copiosa nevada, y decidimos volver por nuestros pasos ya que había placas de hielo algo difícil de atravesar sin crampones.
La vuelta, no obstante, fue una maravilla, ya que éramos los únicos pateando la Sierra, y esta vez totalmente nevada.

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