Acabado el confinamiento
provocado por el covid-19, que nos tuvo (y nos tiene) en vilo desde marzo, nos
marcamos una escapada a la Sierra para salir del aletargamiento, estirar las
piernas y mover el esqueleto.
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Comienza la Vereda entre espesos bosques |
La vereda de la estrella
representa el itinerario más emblemático y concurrido de todo el Parque
Nacional de Sierra Nevada, ya que en él se unen paisajes grandiosos, camino en
perfecto estado y sin pérdida alguna, agua en numerosos arroyos, ríos y
riachuelos, flora y fauna característica de Sierra Nevada. Para llegar al punto
de partida hay que atravesar Güéjar Sierra y seguir las indicaciones del
barranco de San Juan hasta llegar a la venta del mismo nombre, donde podremos
aparcar. El punto de partida de este itinerario comienza justo al cruzar un
puente de madera sobre el río Genil frente al restaurante.
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La curva del viso nos regala las impresionantes vistas de las nortes |
Hay mucha información sobre esta
bonita ruta, quizás las más detallada se puede encontrar aquí
http://www.ugr.es/~denise/doc/vereda%20de%20la%20estrella.pdf.
A lo largo de la parte baja de la ruta se atraviesa vegetación de fresnos,
castaños, quejigos, mostajos, robles y arces, mientras el río Genil va
encajonado entre álamos, mimbres y sauces. A destacar la presencia de un castaño
milenario y enorme conocido como "el abuelo" a media hora o 40
minutos de comenzar la vereda.
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La vereda representa un auténtico museo de la minería ancestral |
A partir de la curva mágica del
"viso", desde donde veremos por primera vez las impresionantes
siluetas del Mulhacén y la Alcazaba, observamos abundantes cortes en las rocas
que abren paso hacia las ruinas de las minas de calcopirita, llamadas Probadora
y Estrella.
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El curso del agua y las cascadas nos acompañan toda la Vereda |
La explotación original del yacimiento se remonta a la época romana.
Los árabes también aprovecharon las vetas de pirita, calcopirita y galena
argentífera de la cuenca del Genil. En el siglo XIX se modernizaron las
instalaciones, y en 1890 se construyó el actual trazado de la Vereda para
facilitar el transporte del mineral mediante carros de bueyes y mulas. Las
minas de la Probadora fueron explotadas hasta finales de los años 50, estando
abandonadas en la actualidad.
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Cueva Secreta y el puente que cruza el río y que debemos atravesar, no sin antes darnos un merecido descanso |
Las minas de la Estrella, que dan nombre a la Vereda,
están también en ruinas y las construcciones para los obreros que hay junto a
las mismas hacen que la vereda se transforme en una especie de pasillo entre
las mismas. Justo pasado dichas minas se puede observar el puente sobre el río
Guarnón procedente del Corral del Veleta.
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Remontdo el collado sobre el valle de Valdeinfierno (izq) y Valdecasillas (der) desde Cueva Secreta |
Una vez llegamos a la confluencia
de los ríos Valdecasillas (izquierda) y Valdeinfierno (derecha), seguimos hacia
la derecha por la Vereda hasta Cueva Secreta en unos 20 minutos. La verdadera
Cueva Secreta no es ésta, sino un refugio que se encuentra subiendo el valle
por una veredilla casi imperceptible.
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Llegando al Prado de las Víboras, o mejor dicho de las Vaquitas |
En frente de la Cueva hay un puente de
madera que nos ayuda a cruzar el río Valdeinfiernos, sube por el Collado de la
Majada del Palo, atraviesa el Prado de las Víboras y encara el Contrafuerte de
la Alcazaba, por donde asciende siguiendo los arroyos hasta llegar a varias
cascadas que bajan desde la Alcazaba y la laguna de la Mosca (depósito de
origen glaciar), y que hay que atravesar hacia la derecha en dirección al pico
Juego de Bolos, cuyas crestas vemos ya muy cercanas, no siendo necesario llegar
hasta ellas, ya que, casi en el extremo del último chorro de agua existe un
paso muy fácil que nos coloca a pocos metros de la bonita Laguna (2.895 m),
donde cenamos y dormimos.
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La subida a partir del Prado de las Víboras es muy pesado, se gana mucha altura y la falta de oxígeno favorece los comportamientos paranormales |
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Para llegar a la Laguna de la Mosca hay que vadear y atravesar algunas cascadas, pero la recompensa es inmensa! |
La ascensión al Mulhacén la
hicimos por el cómodo Collado del Mulhacén (3.128 m) , desde donde solamente
queda la ascensión por la enorme y empinada rampa que nos lleva hasta la cima
(3.481 m), volviendo a la Laguna en unas 3 horas y media i/v. Después de un
merecido descanso y refresco, bajamos todo el camino hasta el coche, llegando reventados
a las 10 de la noche (tiempo total: 36 horas), y disfrutando de unas agujetas
que nos durarían 3 días!!
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Un último esfuerzo desde la Laguna hasta el collado, y de ahí al Mulha!!! |