La isla de Tenerife es el lugar ideal para unas vacaciones en familia. Ofrece muchas oportunidades para disfrutar tanto de las playas como del turismo activo. Una de las experiencias más bellas de la isla es la caminata por el barranco de Masca. Es poco exigente y termina con un regreso en barco a lo largo de los impresionantes acantilados de Los Gigantes. Siguiendo la recomendación de mi amigo lugareño, puse a mi hijo de un año en mi mochila, mientras él cargaba las cervezas y el aperitivo en la nevera de mano, así mi mujer embarazada no tuvo que cargar nada…y comenzamos!
Acceso:
El descenso comienza en el plueblecito de Masca, que forma parte del Parque Rural de Teno. A este pueblecito se llega por una carretera que se extiende como serpentinas afiladas. Como recompensa a este “terrorífico” viaje te esperan impresionantes vistas de las paredes volcánicas y la garganta. Si vas en automóvil, hay un
estacionamiento en el pueblo justo al comienzo de la caminata, pero en la temporada turística está petado. Otra opción es aparcar en alguna de las ciudades de los alrededores y tomar un taxi o autobús. También se puede comprar el paquete completo en muchas agencias de viajes en toda la isla.
El Trek:
La gran mayoría de los turistas van solo cuesta abajo a la playa pedregosa. Allí, bajo el paraguas, hay dos tipos que venden billetes para el barquito que está esperando para llevar a los turistas de vuelta a la civilización (Los Gigantes). Los barcos parten tres veces al día, pero depende de la temporada: es mejor que se anticipe y reserve un lugar en una de las agencias o directamente desde el taxista que te lleva a Masca. Entonces es válido en el acto.
El Trek dura alrededor de 3-4 horas. El cañón se desarrolla principalmente sobre terreno rocoso en pendiente, en un paisaje en constante cambio a lo largo del río. La última salida del barquito es alrededor de las 16:30, así que hay que tener cuidado para no tener que dormir en la playa. La caminata es de 7 km de largo de dificultad media, con un desnivel de aproximadamente 750 m, y adecuada para niños mayores de 12 años, pero por supuesto depende de la condición física de cada excursionista. La señalización es bastante buena, pero incluso en este estrecho barranco te puedes perder, así que hay que tener cuidado especialmente con los niños. Tras disfrutar del cañón y deambular sin rumbo fijo, nos tomamos un pequeño descanso con una cerveza bien fría en presencia de turistas babeantes. Como en todas las caminatas, es mejor salir temprano por la mañana (lo que nunca hicimos) para evitar el calor y la ola de turistas. Se recomienda llevar mucha comida, mucho líquido y protección solar. Al finalizar el recorrido te puedes bañar en la playa pedregosa o tomarte una bebida fría de marineros locales :)
El barco de vuelta recorre los bellos acantilados de Los Gigantes hasta el pueblo de Santiago del Teide, y si tienes suerte podrás ver ballenas!!! Es un gran viaje de todo el día, lo recomendamos encarecidamente.