Hoy domingo 21 de febrero me he
marcado una marcha invernal en solitario por Sierra Nevada. Y la aventura ha
comenzado al atravesar el túnel a la salida de Granada que da acceso a la
carretera de la Sierra, pues había una señal luminosa que avisaba del uso de
cadenas a partir del km 36! Era la noche del sábado al domingo, sobre las 2:00
de la madrugada, y pretendía dormir en la Hoya de la Mora y evitarme así el
madrugón del domingo. Aunque llevaba cadenas, prefería no tener que ponerlas.
Según mis cálculos y el aviso luminoso, el km 36 es aproximadamente la última
subida al pasar el desvío de Pradollano. En esta ocasión, y a diferencia de
cuando subimos la última vez (la nieve empezaba a partir de los 2700m), había
nieve al pasar los 1600m, mucha nieve! Y las señales luminosas se repetían cada
pocos kilómetros. Parecía que iba a estrenar las cadenas que me habían
prestado.
El punto clave fue al pasar el
desvío a Pradollano, porque empezó a nevar y a soplar un viento muy fuerte,
parecía que me estaba metiendo en la boca del lobo…o del Yeti!!! A todo esto llegó
la señal del km 36, así que aminoré la marcha a 30 km/h y no aparté la vista
del asfalto en busca de señales de escarcha o hielo. Y estando tan concentrado
mirando al asfalto no me di cuenta que delante tenía un grupo de cabras
montesas cruzando!! Poco a poco fui subiendo de altitud, 2100…2300…2400…cada
vez más viento y más nieve…hasta que llegué a la Hoya! Oh yeah!! Y encontré un
único hueco en el parking del Albergue Universitario (menos mal porque el
parking de la zona de los trineos estaba bajo una capa de 50cm de nieve-hielo!!
Así que aparqué, bajé el respaldo del asiento del coche y me preparé para
dormir dentro de 2 sacos!.
Peazo de día que amaneció…cielo
azul y sin nubes!, aunque con rachas fuertes de viento. Me metí una palmera
gigante de chocolate y un zumo de piña, me vestí de faena, preparé el material,
y listo para patear! Subí por la carretera dirección Borreguiles, y cuando
llegué, decidí subir en dirección a la antena gigante por una ladera de su
promontorio bastante chula. Había zonas de nieve polvo donde me hundía hasta
casi la rodilla, y otras donde el hielo era muy duro. No tardé mucho en subir
hasta la cima de la mini-montañita (2800m).
De aquí continué cresteando hacia
el siguiente observatorio (2850m), y cuando llegué me senté en una mesita de
madera con vistas a la línea del Cartujo, donde me tomé unos dátiles, una
barrita y agua fresquita. Bajé un poco y atravesé una zona de paredes de roca
congelada hasta llegar a los pies de una pista de esquí, y como hacía mucho
viento, pensé en subir hasta llegar a 3000m y ya volver a la Hoya. Así que
saqué el piolet y empecé a subir en línea recta hacia el Veleta. El terreno era
hielo azul duro, y aunque iba seguro con los crampis, cuando soplaba el viento
parecía que iba a echar a volar! Así que subí a trompicones aprovechando los
ratos que no soplaba viento. Cuando llegué al punto en el que pretendía
finalizar la subida, el reloj marcaba 3155m! Aquí empezó un paseíto por pistas
hacia la Hoya, a donde llegué en 2 horitas tranquilas. Ya en el coche, cambiado
y relajado, engullí uno de los 2 bocatas de jamón con tomate que había
guardado, y cuando llegué a casa me comí el otro con 2 huevos fritos dentro!
Así se acaba un buen en la Sierra. Amén.