El CMSN aprovechó la semana santa
para marcarse una expedición a la Sierra de Gredos, parque regional dentro de
Castilla y León. Esta hermosa sierra, formada por inmensas moles graníticas,
pertenece al Sistema Central y está situada entre las provincias de Salamanca,
Cáceres, Ávila, Madrid y Toledo, encontrándose su máxima altitud en la
provincia de Ávila con el pico Almanzor (2.592 m), cuyo verdadero nombre es
Plaza del Moro Almanzor. La Sierra de Gredos presenta una compleja morfología
glaciar, llegando a existir durante el Cuaternario hasta 16 glaciares, varios
circos situados en torno a los 1800m, lenguas y morrenas, con recorridos que
oscilan de uno a casi seis kilómetros, y con numerosos lagos de origen glacial.
Todo ello ha moldeado una sierra con un relieve de verdadero aspecto alpino,
único en el Sistema Central.
La aproximación desde Madrid se
puede consultar en la web del Refugio Elola, situado en pleno circo de Gredos y
el cual funcionó como nuestro campamento base (
http://www.refugioelola.com/). Conviene
llegar temprano al parking de la Plataforma (1780 m), situado al final de la
carretera que parte desde el pueblo de Hoyos del Espino, para pillar sitio.
Nosotros llegamos a las 9 de la mañana y aparcamos sin problema. De aquí parte
un sendero muy bien marcado que te lleva hasta la laguna grande, situada en el
circo de Gredos, en unas 2-3 horas en función de las paradas. El camino es muy
bonito y no presenta ninguna dificultad, atravesando varios valles, ríos y
cascadas con mucho caudal pues estamos en pleno deshielo. La verdad es que la
vista del circo de Gredos desde el alto de los Barrerones (2094 m) es
fantástica. Desde el refugio (1950 m) se pueden hacer muchas excursiones; y
nosotros fuimos a ver la cascada del rayo, a 30 min siguiendo el curso del río.
El día 2 tocaba la ascensión al
Almanzor. El nombre le viene del líder militar y religioso más importante del
Califato de Córdoba, Muhammad ibn Abū ʿĀmir Al-Mansur (s. X-XI), el cual según
cuenta la leyenda, después de combatir a los cristianos en la zona de Béjar, se
hizo guiar hasta la “extraña y recóndita” laguna grande de Gredos y ascendió al
más alto de los picos circundantes. Ésta una ascensión de dificultad media, ya
que el último tramo presenta bastante inclinación (>40°) y placas de hielo.
Si la ascensión es invernal conviene llevar material para encordarse y
aprovechar los anclajes que hay dispuestos en la pared para asegurarnos. Tras
un desayuno contundente, partimos poco antes de las 9 de la mañana en dirección
al canal que sube a la portilla Bermeja. La noche anterior, clara y despejada,
nos aseguró una helada que mantuvo la nieve dura hasta el mediodía. Las vistas
son impresionantes.
Tras una hora de ruta hay que girar a la derecha hacia la
portilla Crampón, subiendo por un canal que va ganando inclinación a medida que
se va ascendiendo. Llega un punto donde la canal se divide en dos rodeando un
promontorio rocoso: el lado de la derecha es más inclinado, y dispone de un
anclaje arriba del todo desde donde puedes asegurar al resto del grupo,
mientras que el lado de la izquierda es algo más fácil y ligeramente menos
inclinado, llegando a una amplia terraza donde puedes descansar. Nosotros
tiramos por la izquierda, y continuamos bordeando la roca hacia la derecha,
encarando la placa de nieve-hielo que tira parriba.
El final del canutillo es
sin duda la parte más comprometida (puro hielo), donde los crampones y el
piolet resultan indispensables, y aún falta un pequeño trepaero para llegar a
un pasillo horizontal que te lleva a la cima (3 horas), con unas vistas
fantásticas.
En la bajada nos ayudamos de la cuerda hasta llegar a la terraza
de la portilla Crampón, donde nos dimos un banquete (embutido, queso, hummus,
pan, fruta, dátiles)!. Proseguimos la bajada por la canal, primero mirando
hacia la nieve (bajando de espaldas) y cuando la pendiente se hizo ligeramente
más suave, mirando al valle y a su impresionante paisaje alpino, disfrutando y
parando muchas veces hasta llegar al refugio Elola sobre las 3:30 de la tarde.
El resto del día lo echamos a la bartola en la terraza del refugio, donde se
estaba muy a gusto leyendo literatura de montaña, hablando con otros montañeros
y bebiendo nuestro té de montaña aderezado con Tatratea 52°, perfecto para
recuperar fuerzas.
El día 3, tras un copioso
desayuno, volvimos a la plataforma por un camino diferente al de ida. Volvimos
bordeando la laguna grande en dirección a los Barrerones, para girar luego 90°
a la derecha hacia el pico Cuento Alto (2271 m), el cual ascendimos y desde
donde echamos un último vistazo al circo de Gredos y todo el perfil alpino que
nos ha rodeado estos días (Almanzor, la Galana, los hermanitos…).
Continuamos
hacia el siguiente valle, descendiendo suavemente por los Colgadizos hasta
dejar la nieve y llegar al sendero que conduce al parking.
Sin duda volveremos a Gredos,
donde nos queda tanto por ver y ascender (la Galana, 5 lagunas, Galayos…).